2 de agosto de 2005

Hace exactamente un año fue la ultima vez que te vi a los ojos. La ultima vez que nos abrazamos. La ultima vez que respire el mismo aire que tu.
Jamas pensé que seria la ultima vez que conversábamos frente a frente, que compartiría tu mesa, que me preguntarías si llevaba todo en el bolso antes de viajar.
Si hubiese sabido que era la ultima vez tal vez me habría quedado un par de días mas. Habría dormido un poco menos el fin de semana para haber tomado desayuno juntos el domingo. Tal vez no habría salido a jeepear o a visitar algunos amigos. Habría cambiado todo eso por quedarme un rato mas contigo.
En ese ultimo viaje no estabas bien. Tu salud estuvo mal hasta el día que me vine que te mejoraste un poco. Ahora me pongo a pensar que tal vez no estabas mejor, que solo fingiste para dejarme mas tranquilo al momento de volver. Después de todo, mucha gente te veía y no creía que estuvieras enfermo...nunca se enteraron de la magnitud de tu sufrimiento y de la entereza con la que lo soportaste durante tantos años.
Un año ha pasado ya desde esa ultima vez que te vi. De esa ultima despedida en la que bese tu frente y se me cayeron las lágrimas, como cada vez que me despedía de ti.
Subía al bus y no alcanzaba a sentarme cuando sonaba mi celular...eras tu, preguntando si había llegado bien.
Después de eso, las contadas ocasiones en las que he viajado, al momento de volver he subido al bus, he acomodado las cosas, me he sentado y tomado mi teléfono Lo he mirado por minutos, hasta que el bus parte y comienza el viaje. Lo he mirado hasta que ya no tiene cobertura...y nunca mas sonó.